

Nuestros certificado orgánico.
!!Pinta tu día con cacao¡¡.
Toda nuestra cosecha proviene de los municipios de Pichucalco e Ixtacomitán, ambos son tierras Zoques, pero ese idioma ya solo lo hablan en las rancherías alejadas de Ixtacomitán, hacia Chapultenango donde está el volcán Chichonal.
Nuestro cacao blanco marfil, es una de nuestra selecciones de cacao nativo, por fuera es grande con canales poco pronunciados, no es tan rugoso, es más lisito, de cascara gruesa, con semillas todas blancas pero con riesgo de polinización, por lo que algunas son color ligero lavanda o con el centro muy levemente lavanda.


Fermentamos en cajas de madera de cedro, los cortes de cacao no son muy grandes, así que entran en una o dos cajas con capacidad de 80 a 100 kg, en cuanto al forastero, en otoño-invierno, se coloca en una toya de cemento forrada con madera de cedro, porque es su pico de cosecha.
Se corta de miércoles a viernes, se quiebra el sábado, y ese día juntamos la cosecha de las 4 haciendas (2 en cada municipio) y se fermenta por variedad, iniciando el sábado por la tarde y su primera remoción es el lunes temprano, para romper con los ácidos lácticos y dar inicio a los acéticos. Generalmente sale a patio de secado los miércoles, pero el forastero según sí estuvo muy frio el clima debajo de los 22 grados), sale a secado hasta el jueves, todo depende del aroma.
Todo nuestro cacao cosechado es orgánico, en todos los casos las haciendas están en las partes altas de los ranchos y la ganadería en las partes bajas, a la altura de los ríos o arroyos para que el ganado beba agua no hay posibilidad de contaminación con químicos, y en los casos de cercanía con potreros levantamos barreras vivas de flores y plátanos.